De regreso a casa, un dia largo. Los periódicos solo dan malas noticias, así que le hecho un vistazo a los del otro lado del charco. Duele menos lo que más lejos anda.
Me detengo en la sección de educación del New York Times ¡la cabra tira al monte!
Y leo con pesar como- casi siempre- las grandes ideas se utilizan de la forma más ruín.
Que internet es una puerta a la educación para zonas desfavorecidas, nadie lo duda.
Que las nuevas tecnologías permiten una educación más centrada en el alumno, que abren nuevas vías para aprender de forma individualizada y personalizada es algo irrebatible. Pero también lo es la codicia humana, y para muestra un botón.
Este artículo del New York Times /education pone negro sobre blanco a muchas (cada vez más) instituciones que aseguran formar mediante la red. Son, en el fondo, como aquellos cursos por correspondencia con materiales záfios y mal diseñados que comprabas para abandonar luego en un cajón, sin saber inglés, ni tocar el piano, ni la historia de la Grecia Clásica.
Pero hay siempre resquicios de esperanza, en la humanidad y en la educación, un ejemplo, la Universitat Oberta de Catalunya, un indicador de la cualidad de la educación a distancia.
Una compañera recien inscrita a esta universidad anda estos días trajinando entre libros y examenes, compaginándolo, mal que bien, con su vida cotidiana. Y -como yo- parece estar bastante agobiada. Estudiar siempre es un esfuerzo individual, los medios, las herramientas pueden ayudar, pero la tarea es toda tuya.
Una compañera recien inscrita a esta universidad anda estos días trajinando entre libros y examenes, compaginándolo, mal que bien, con su vida cotidiana. Y -como yo- parece estar bastante agobiada. Estudiar siempre es un esfuerzo individual, los medios, las herramientas pueden ayudar, pero la tarea es toda tuya. 